Los Grandes Almacenes en Barcelona

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Los Grandes Almacenes en Barcelona

Las ciudades son un reflejo de las sociedades que las construyen, que las habitan y las hacen crecer. Uno de los aspectos que más las ha modificado a lo largo de la historia, han sido las formas de comercio. Des de la Ágora de las antiguas polis a los centros comerciales, los espacios destinados al comercio y al consumo se han convertido en espacios centrales y de encuentro. En el mundo de la moda, a pesar de la persistencia del comercio tradicional, a mediados del siglo XIX surgieron nuevas fórmulas y nuevas estrategias comerciales, entre las que hay que situar la aparición de los grandes almacenes o “magasins de nouveautés”.

La aparición de los grandes almacenes y de centros de comercio en las ciudades representó una profunda alteración de su morfología, modificando incluso el paisaje.

Los Grandes Almacenes

Los Grandes almacenes eran una estructura empresarial y arquitectónica que resultaba del desarrollo comercial generado esencialmente por la industria textil. Dejando atrás las concentraciones de los talleres gremiales en calles concretas de la ciudad, el primer centro de comercio moderno que apareció en Barcelona fue el Pasaje del Crédito, entre la calle Fernando y

la Bajada de Sant Miquel, que fue diseñado en 1879 por Magí Rius y Mulet utilizando Hierro y cristal, alimentándose de las influencias extranjeras. Después de la aparición de estos pasajes o zonas Comerciales, el paso siguiente fue concentrar las ventas en un solo edificio, excluyendo la producción.

Losorígenes

Los orígenes de estos almacenes hay que situarlos en los primeros bazares de ropas hechas y en las tiendas de merceros, en los “magasins de nouveautés”, en los que se comerciaba con los elementos y materiales necesarios para la confección, que poco a poco fue tomando el rol de la venta de las piezas ya confeccionadas. Estos almacenes recibían el nombre de “nouveautés” precisamente porque constantemente mostraban coses nuevas. Administraban comercialmente la novedad para conseguir beneficios.

Los primeros almacenes aparecieron en los países pioneros en el desarrollo del nuevo sistema económico: Inglaterra y los Estados Unidos. Estos grandes almacenes se convirtieron en una  puerta abierta al comercio popular dada la gran variedad de objetos que vendían, a la vez que se convirtieron también en un lugar de encuentro burgués. En el año 1857 se abrieron en Barcelona las dos primeras casas “La ciudad de Barcelona” y “El Águila”.

“Este grandioso establecimiento reúne a mas del abundante depósito de prendas construidas con el mejor gusto, un rico surtido de telas de todas clases para los que quieren hacerse confeccionar alguna pieza. Tiene también una sección especial para la expedición de camisas y demás prendas interiores. Los varios departamentos en que se divide están adornados con un lujo y elegancia desconocidos, y por la noche están iluminados por unas 150 luces. Se permite visitarlos, mediante tarjeta, todos los jueves por la noche.” (El consultor: Nueva Guía de Barcelona. Obra de grande utilidad para todos los vecinos y forasteros y sumamente indispensable a los que peretenecen a la clase mercantil e industrial. Barcelona: Imprenta de la Publicidad, a cargo de A. Flotats, 1857, p. 327.)

Durante la segunda mitad del siglo XIX, este tipo de tiendas y almacenes que vendían su propia producción fueron proliferando: El León Español, Bazar de Cervantes, El Louvre, El Feo Malagueño, Almacenes La Victoria y El Siglo, que se podrían considerar ya los primeros Grandes Almacenes a imagen de los que fueron apareciendo en Europa y antecedentes de los que se conocen hoy: “En la Rambla de los Estudios, núm. 5, los vastos almacenes de “El Siglo”, ornados bajo un pié de grandiosidad, que les pone al lado de los mejores que existen en París”. (Roca y Roca, J Barcelona en la mano. Guía de Barcelona y sus alrededores: ilustrada con grabados foto-tipográficos y cinco planos. Barcelona: [s.n] 1884, p. 291.)

Lanovedad

Los grandes almacenes no cambiaron solo la forma de consumir y de vender, sino que pusieron énfasis en Nuevos elementos como principios fundamentales de la venta: los escaparates, la captación del interés del cliente por una disposición concreta de elementos y la modificación del aspecto de las calles. La novedad se administraba y se convertía ahora en objeto de deseo, de consumo, independiente de la necesidad real.

La historia de los grandes almacenes es, finalmente, la historia del consumo. Curiosamente, sin embargo, han dejado de ocupar espacio en el centro de las ciudades para convertirse, des de la periferia, en ciudades ellos mismos.

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